Movilización estudiantil

En el mes de abril, aproximadamente comenzaron  como ya saben; las movilizaciones estudiantiles, y con esto una serie de preguntas ¿Por qué?  ¿Para qué? ¿Qué ganamos y que perdemos con esto? Para decir verdad, hace muy poco me interesé realmente en este tema; ya que, no le había tomado el peso a la situación en la cual se encuentra chile en estos momentos. Una de mis interrogantes, ¿Es justo perder clases (incluso semestre) dinero y tiempo, en una causa que quizá no dé frutos?

Personalmente, creo que lo hecho, hecho está, en otras palabras debemos hacer que todo el sacrificio hecho por algunas personas, huelgas de hambre, 1800 horas por la educación (correr ininterrumpidamente), tomas, ciberactivismo, Flashmob entre otros, valga la pena y no sea un desperdicio de tiempo y energía.

Creo que de todas formas, no estamos tan lejos de lograrlo, tenemos los ejemplos de Brasil y argentina, que demoraron entre 6 y 9 meses aproximadamente en lograr sus objetivos.

Con respecto a los destrozos, claramente no es la mejor manera de demostrar su descontento, pero es casi la única forma de captar la atención de los medios de comunicación masiva, puesto que, solo con marchas pacíficas, los objetivos, e ideales de estos estudiantes pasan inadvertidos.

Anexo.

“Proponemos una federación participativa y cercana a los estudiantes. Que sea representativa y heterogénea, fomentando la discusión, la participación y el trabajo constante, donde no primen las diferencias sino la voluntad de avanzar. Que se proponga transformar la universidad, defender los espacios públicos e incidir en la sociedad.” Explica en su blog personal Camila Vallejo, presidenta de Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile